Guillermo Grebe: Cómo apoyar efectivamente a las pymes

Hace un buen rato que estoy observando cómo los organismos del Estado se las arreglan para apoyar a las pymes, generando una batería de ofertas de sitios e-commerce, capacitaciones varias, cursos online, webinars (en muchas pymes ni saben qué es eso), asistencia 24/7 vía robot que responden preguntas frecuentes, etc. Como si ahí estuviera la solución al verdadero sufrimiento que están padeciendo en estos momentos la micro empresas y muchxs emprendedorxs chilenxs.

Se agradece el esfuerzo y la inversión del Estado, sin duda, porque algo es algo. Pero lo que me llama la atención es que en todo esto aparece una grieta social que deja de verse y es aquella que muestra una realidad indesmentible: la cruda realidad de la usabilidad de las TICs por parte de las micropymes. Solo un poco más del 20% de ellas hace uso de herramientas de venta online y menos de un 60% tiene sitio web.

La brecha digital divide. Hay quienes pueden entender un simple acceso para estar en los sistemas y programas ofrecidos beneficiándose de ellos, pero un enorme porcentaje queda aún fuera, precisamente porque no entiende lo que se les ofrece. Sumemos a esto la cantidad de condiciones y reglas que deben cumplir para acceder a estos beneficios , que en este momento me parecen casi irritantes, por decir algo suave.

En cuanto a cómo se comunican estos beneficios, sigue habiendo una especie de mantra digital del lenguaje que no ayuda. Para peor, una vez analizadas las plataformas, se ve claramente que el beneficiado mayor no es la pyme sino el usuario, lo que está bien por un lado, pero no por aquel de a quién debe beneficiarse en definitiva.

Los emprendedores, las pymes y las micropymes deben sortear día a día una realidad desprovista de identidad de marca, pues se sustentan en producir algo que sea adquirido por alguien. No veo en ninguna de estas plataformas la intención de promover a las pymes como marcas que puedan diferenciarse con sus propuesta de valor.

Veo una suerte de heroísmo manifiesto que más bien retrata un esfuerzo individual del emprendedor, pero eso no me vende nada; no tiene nada de nuevo ni especial mostrar el esfuerzo de alguien en un contexto país donde la gran mayoría trabaja en más de un trabajo formal para ganarse las lucas.

Hay algo en toda esta ecuación que deja afuera lo que las y los publicistas de Chile podemos hacer y aportar para mejorar la oferta de las pymes y emprendedores del país. En este sentido, hemos tomado la posta como Colegio y estamos trabajando una propuesta que espero sea escuchada y apoyada por quienes, como nosotros, pensamos que para salir de esto se necesita una lógica más colectiva, colaborativa y fácil de implementar.