José Ignacio Díaz: ¿Qué podemos esperar del 5G?

Para entender el impacto que genera y generará el despliegue del 5G, basta repasar algunas cifras y previsiones. Se espera que las conexiones 5G en todo el mundo crezcan de 13,6 millones en 2019 a 1.800 millones para 2024, a una tasa compuesta anual de 166,1%. Para 2024, las conexiones 5G representarán el 15,3% de todas las conexiones móviles y de IoT basadas en celulares, de acuerdo con el estudio de IDC Worldwide 5G Connections Forecast, 2020–2024.

Chile no se queda atrás. La relevancia del 5G para el país quedó de manifiesto cuando las tres subastas impulsadas por la Subtel para explotar estas redes reunieron más de USD$ 450 millones. Gracias a esto, el caso se convirtió en un poderoso ejemplo para aquellos países de la región que aún están definiendo sus próximos pasos para implementar esta tecnología.

Todas nuestras estimaciones indican que su despliegue otorgará una ventaja competitiva a aquellas empresas que lo adopten de manera temprana, sea para comercializarlo –como los proveedores–, para adquirirlo o contratarlo. Sea cual sea el caso, el 5G servirá para evidenciar el interés de las organizaciones por fomentar la innovación y utilizar siempre tecnología de última generación, aspectos que contribuyen fuertemente a la reputación de una empresa.

El 5G revolucionará especialmente al mundo B2B. Los proveedores buscarán ser referentes tecnológicos y posiblemente desarrollarán importantes alianzas con empresas que les permitirán complementar el servicio de conectividad con soluciones como cloud, analytics o seguridad informática, evidenciando sus esfuerzos por transformarse en una mejor alternativa para sus clientes.

En el caso de los consumidores, hay una mayor exigencia en la experiencia de usuario, por lo que esperarán beneficios de esta conectividad con mejor performance, y serán críticos con los que no sean capaces de brindar una experiencia de servicio superior. Cuentan con la opción de “migrar” a otras compañías y no dudarán en hacerlo si no reciben la calidad de servicio que esperan.

Por su parte, las grandes empresas están impulsando la implementación de dispositivos 5G para preparar su base instalada, esperando soluciones específicas que la puedan beneficiar. Hay interés en empresas de diferentes tamaños.

"Proyectamos que será un pilar relevante para la reactivación económica de nuestro país, que repercutirá positivamente en diferentes sectores y en el PIB."

Ahora bien, respecto a su impacto en la implementación de soluciones IoT, sabemos que el 5G brindará velocidades superiores, entre 10 a 15 veces más que el 4G, por lo que facilitará el desarrollo de procesos productivos con niveles de automatización, levantamiento de datos, analítica y control, superiores a los beneficios conocidos hasta hoy.

Los principales usos de esta tecnología en Chile se orientarán a procesos productivos de la minería y de la salud (energía, educación, transporte y agricultura podrán también beneficiarse de sus potencialidades), para posteriormente usarse en sistemas avanzados de video vigilancia y en la mejora de experiencias en la industria del entretenimiento.

En el sector minero será la base para continuar avanzando en el camino de la “mina conectada”, donde se puede realizar la trazabilidad completa del proceso, desde la extracción del mineral hasta su traslado al punto final.

Esto implica la operación remota de máquinas y camiones, el monitoreo de los vehículos de transporte y el seguimiento del desplazamiento de los trabajadores al interior de las faenas, buscando disminuir accidentes y evitar que se expongan a peligros. También servirá para conectarlos a servicios de hostelería para sus horas de descanso en lugares apartados.

A finales del año 2020 el 5G se empleó en el piloto de Codelco. Se usaron cámaras de alta definición y sensores con esta tecnología en las faenas mineras para el monitoreo y extracción de información para el control y la toma de decisión.

Otro uso común serán las aplicaciones de “telemedicina”, con controles médicos, monitoreo constante de pacientes críticos o incluso mediante operaciones a distancia ejecutadas con robots.

Hoy, las diferentes industrias están incorporado esta nueva tecnología en sus procesos productivos. En el caso de la ciudadanía, en Santiago, ya existe la primera zona gratuita 5G en Latinoamérica que abarca 5,5 kilómetros cuadrados y beneficiará a unas 100 mil personas que posean los equipos compatibles con la tecnología.

Sin embargo, el impacto del despliegue de 5G aún está por verse. Proyectamos que será un pilar relevante para la reactivación económica de nuestro país, que repercutirá positivamente en diferentes sectores y en el PIB.