Laura Flores: La era de los algoritmos

Vivimos en un momento histórico donde los algoritmos son mucho más que líneas de código: Son reales tomadores de decisión e incluso “guardianes” de nuestras experiencias digitales. Influyen en lo que vemos, compramos e incluso en cómo percibimos el mundo. Pero ¿Qué implicaciones tiene esto para los medios y las marcas que intentan mantenerse relevantes en un entorno tan dinámico?

La inteligencia artificial (IA), especialmente la generativa, está dejando de ser una curiosidad experimental para convertirse en un motor de valor tangible. Imaginemos un futuro donde cada interacción con los medios esté diseñada exclusivamente para nosotros: desde los artículos que leemos hasta los anuncios que vemos, todo adaptado a nuestras preferencias y necesidades.

Aunque fascinante, este nivel de personalización plantea una pregunta clave: ¿a qué costo estamos dispuestos a ceder nuestra privacidad por conveniencia?

Otra herramienta que emerge como una respuesta necesaria en esta era dominada por algoritmos es el storytelling, esa habilidad humana de tejer narrativas que conectan. Las marcas enfrentan el desafío de romper la burbuja algorítmica: esa zona de confort digital donde nos muestran lo que creen que queremos ver. Aquí, el poder de las historias auténticas puede marcar la diferencia, recordándonos que, a pesar de la tecnología, seguimos siendo seres emocionales que buscan sentido y conexión.

Por otro lado, el retail media está cambiando el cómo se venían haciendo las cosas, integrando datos de consumo con publicidad hiper personalizada. Pero con grandes datos viene una gran responsabilidad.

"... el verdadero desafío no está en lo que la tecnología puede hacer, sino en lo que elegimos hacer con ella para crear un impacto positivo en las personas y en el planeta."

Las marcas no solo deben optimizar sus cadenas de suministro mediático, sino también garantizar que estas estrategias respeten a los consumidores como personas, en un contexto legislativo clave para Chile ante la actualización a la Ley de Protección de Datos Personales.

En este nuevo ecosistema, la sustentabilidad cobra una gran relevancia. Las marcas tienen la oportunidad de liderar un cambio positivo, adoptando prácticas que no solo impulsen resultados comerciales, sino que también generen un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.

Al alinear la innovación tecnológica con objetivos sustentables, se puede construir un futuro donde el crecimiento sea tan responsable como inclusivo.

Entonces, ¿cómo gestionamos este cambio constante? En primer lugar, debemos recordar que la tecnología es una herramienta, no el fin. Su verdadero poder radica en cómo la utilizamos para mejorar vidas y construir relaciones más humanas. En segundo lugar, las organizaciones deben adoptar un enfoque estratégico, priorizando no solo resultados económicos, sino también impacto social.

La era de los algoritmos nos presenta la oportunidad de reimaginar no solo cómo interactuamos con los medios, sino también cómo construimos un futuro más equilibrado y sostenible. Las marcas que logren integrar innovación tecnológica con conexión humana serán las que lideren este cambio.

Al final, el verdadero desafío no está en lo que la tecnología puede hacer, sino en lo que elegimos hacer con ella para crear un impacto positivo en las personas y en el planeta.