Raúl Peña: Comunicaciones sostenibles
El jefe de comunicaciones de la Universidad Bernardo O’Higgins se refiere en esta columna a lo que él entiende como una nueva era para las organizaciones.
En la era actual, la comunicación sostenible emerge como un pilar fundamental para las organizaciones comprometidas con la responsabilidad social y ambiental. Este enfoque no solo busca minimizar el impacto negativo en el medio ambiente, sino también crear valor a largo plazo para todas las partes interesadas.
Según datos recientes, el 84% de los consumidores globales espera que las empresas adopten un enfoque sostenible en sus comunicaciones, ya que este tipo de acciones son importantes a la hora de tomar decisiones comerciales; como lo señalan Kristina Rogers y Andrew Cosgrove en su estudio, CEO Imperative: poner la sostenibilidad al alcance del consumidor.
Este cambio en las expectativas del consumidor subraya la importancia de integrar la sostenibilidad en todas las facetas de la comunicación organizacional.
La relación entre comunicación e innovación sostenible es innegable en el contexto de la transformación digital. La digitalización ha transformado la manera en que las organizaciones crean y distribuyen contenido, abriendo nuevas oportunidades para adoptar prácticas comunicativas más sostenibles.
Por ejemplo, el uso de plataformas digitales y redes sociales permite llegar a audiencias globales con un menor impacto ambiental que los métodos tradicionales de publicidad y marketing.
La convergencia entre comunicación, innovación y sostenibilidad representa un cambio de paradigma en la forma en que las organizaciones interactúan con sus audiencias y gestionan su reputación.
Es imperativo que las organizaciones reconozcan el papel crucial de la comunicación sostenible en su estrategia global. No se trata solo de cumplir con regulaciones ambientales, sino de construir relaciones sólidas y duraderas con los consumidores y la comunidad en general.
Además, es esencial que estas políticas integradoras aborden cuestiones de equidad de género, acoso y promuevan un lenguaje inclusivo en la redacción de comunicados. Al implementar manuales de estilo que fomenten una redacción inclusiva y respetuosa, las organizaciones pueden avanzar hacia una comunicación más equitativa y empática.
Por tanto, luego de los avances de la última década, las organizaciones debieran priorizar la sostenibilidad en su comunicación y a adoptar enfoques creativos que generen un impacto positivo en el mundo. La comunicación sostenible no solo es una responsabilidad ética, sino también una oportunidad para diferenciarse y construir un futuro más justo y equitativo para todos.
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