La propuesta de D’olbek en el mundo cervecero craft

Una huella imborrable en el mundo cervecero es lo que desea dejar D’olbek, la cervecería de la Patagonia, con el reciente lanzamiento de una nueva propuesta, que es su cerveza ícono con maqui en formato de 500 cc.

Lo que hay detrás de este movimiento, es demostrar una vez más el compromiso de este emprendimiento con la tradición familiar, con la cultura craft y con el espíritu aventurero. Según sus creadores, este nuevo formato respeta cada una de las características de su líquido, enriquecido con la fusión de ingredientes naturales y el toque distintivo del fruto silvestre.

“En D’olbek, cada botella es un tributo a nuestras raíces y un homenaje a la cultura craft que ha florecido desde la Patagonia”, dice Charlie de Smet d’Olbecke de Halleux, fundador de la cervecera. Agrega él que allí se respeta la herencia familiar y, al mismo tiempo, se abraza el impulso por la experimentación en cervezas.

La esencia que se busca mantener es la de la receta de la escuela belga, buscando rendir homenaje a las raíces familiares de los colonos que llegaron desde Bélgica a la Patagonia chilena.

Pasión por las antiguas recetas

La historia de la familia de Smet d’Olbecke de Halleux en el extremo sur chileno se remonta a 1948, cuando decide viajar desde Bélgica, cansada de la guerra en Europa. Establecida en Chile Chico, un año después nace Charlie, el menor de los hermanos y creador de las cervezas D’olbek.

Desde su fundación, en 2004, D’olbek ha logrado atraer a los amantes de la cerveza craft, entre otros factores por su pasión por rescatar las antiguas recetas de Bélgica. El emprendimiento se abrió hacia el mercado nacional en 2010, ganando reconocimiento desde entonces.

Se destacan de la cervecera la calidad y sabor de sus productos, además del compromiso con la comunidad local y los pequeños productores. En sus procesos, utiliza ingredientes naturales, el agua de la Patagonia, que influye en cada variedad craft, en su carácter auténtico y en la experiencia cervecera.

“La naturaleza salvaje de la Patagonia es nuestra mayor inspiración y nuestro hogar. Cada botella de nuestra cerveza de maqui representa una aventura, un viaje por paisajes vírgenes que nos invita a descubrir nuevas experiencias”, comenta Charlie.