Los logros de la ley de etiquetado de alimentos ^Destacado

Transcurridos dos años desde la implementación de la Ley de Etiquetado de Alimentos, la población se mantiene proactiva en cuanto a informarse sobre los alimentos que consume. Es una de las primeras conclusiones del tercer estudio que hizo al respecto la consultora Activa Research.

La consulta más reciente, hecha en junio pasado, muestra que, en general, la percepción de la ciudadanía es bastante favorable hacia la política implementada. No obstante, si bien el primer año el conocimiento era altísimo, dos años después se ha notado una leve baja, efecto que es más notorio en los grupos más jóvenes y entre los hombres.

El fenómeno general se explica desde la misma Activa Research como una pérdida de relevancia que temas como este van teniendo a medida que pasa el tiempo. A ello se suma el hecho de que las personas van internalizando la medida y con ello acostumbrándose a los sellos.

A juicio de la gerente del área Consumer Insights de Activa, Anabril Cerda, es muy probable que cuando se realice la segunda fase de implementación de la ley el tema vuelva a estar más presente.

Aportes positivos

En todo caso, el estudio destaca que la presencia de sellos incide en la decisión de compra. Es así que 7 de cada 10 chilenos compra menos productos con sellos. Por otra parte, el 64% señala haber notado efectos luego de comenzar a reducir la compra de productos que contienen sellos.



Anabril Cerda comenta que es posible que las cifras se aprecien bajas. “De todas maneras, estas cifras implican cambios de hábitos o, por lo menos, una mayor conciencia de lo que se está comiendo”, aclara.

Es un hecho, según el estudio, que los chilenos coinciden en la relevancia de la ley, apoyando su implementación. Hoy, un 78% está de acuerdo con ella. En particular, un 42% piensa que aporta positivamente en cuanto a proteger la salud de la población.

En general –72% así lo piensa–, los chilenos consideran que esta ley ha tenido un aporte positivo en los hábitos de alimentación. Entre las consideraciones hechas figuran ideas como Me entrega información para tomar mejores decisiones; Me enseña a comer más sano; Identifico los productos menos saludables, y Enseña a los niños sobre una alimentación más sana.

Espacios para mejorar

Acerca de lo que viene, el estudio revela una actitud expectante de parte de las personas, especialmente respecto de lo que podría hacerse además de lo ya hecho.



Anabril Cerca comenta en este sentido que uno de los aspectos más interesantes del estudio es que las personas valoran positivamente tener más acceso, y más simple, a información. Pero agrega que eso las ha llevado a cuestionarse otro temas, lo cual implica nuevos desafíos para las autoridades y, sobre todo, para la industria de alimentos y bebidas.

“Hoy la gente se está cuestionando cómo es que un producto que antes era “alto en” hoy no tiene sellos. Surge entonces la duda sobre los ingredientes que tiene hoy y si estos son más o menos saludables que los se usaban antes”, dice.

La analista se refiere por ejemplo a lo que pasa con los endulzantes, los colorantes y otros aditivos, tema en torno al cual se generan dudas respecto de lo saludables que son y de la posible falta de información fidedigna. “Esperarían que las marcas los ayudaran a tomar decisiones informadas también en este campo”, agrega.