Andrea Garderes: El propósito como motor de la innovación

Hace un tiempo, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) presentó el Índice Global de Innovación 2022, donde Chile mantuvo la primera posición regional y subió tres peldaños en el ranking que midió a 132 países, pasando del lugar 53, en 2021, al puesto 50 este año.

Se trata de una buena noticia para el país. Da cuenta de un aumento en la creación de nuevos emprendimientos e innovaciones, pero también de que falta mucho por avanzar y son infinitas las oportunidades y espacios de desarrollo.

Los parámetros que se miden en el índice son variados; entre otros, la diversificación de la industria local, financiamiento para startups y su escalamiento, además de la exportación de bienes creativos y de servicios TIC, en relación al total de los envíos.

Sin embargo, estos indicadores parecen insuficientes para potenciar una cultura país de innovación sostenida. Si bien se mejora en el ranking, vale la pena preguntarnos cómo profundizamos la estrategia de innovación más allá de los emprendimientos y las startups, asegurando que estas puedan ser parte del mundo empresarial completo, aumentando así su impacto y aporte social, y, por ende, sin duda, su valor y legitimidad entre las audiencias.

Esta pregunta puede tener múltiples respuestas, pero hay una que hoy se repite como desafío de las empresas de Chile y el mundo: el propósito. Más allá del slogan y el discurso, hablamos de esa razón de existir que orienta, guía y potencia las oportunidades de innovación de las marcas; las nuevas, las nativas que nacen con propósito, pero también y sobre todo, las grandes que hoy definen, comunican y accionan su propósito al avanzar.

Mucho se ha hablado del propósito como estrategia para sostener una mejor posición entre los clientes, tanto internos como externos, de una organización. Pero, más aun, debemos verla e instalarla como un ámbito de sentido profundo y trascendente, una piedra angular de la innovación que asegura el impacto positivo de las empresas en su entorno más allá de la generación de utilidades.

"... la innovación impulsada por el propósito se nos presenta, no solo como un espacio lleno de oportunidades para diferenciarse y competir, sino sobre todo como un verdadero camino –quizás el único– para prosperar en un contexto que exige al mundo empresarial completo nuevas formas de desarrollo..."

¿Por qué? Porque el propósito instala una dirección conocida para todos –más allá de la venta–, hacia dónde moverse, ayudando a priorizar los espacios de innovación coherentes con el negocio.

Porque el propósito define objetivos para la organización más allá de las métricas cotidianas; exige innovar más allá de las acciones tradicionales para avanzar.

Porque construye una cultura conocida y compartida de valores, generando mayores certezas para que los equipos asuman riesgos y se atrevan a innovar.

Así, definir y accionar un propósito es parte de la esencia misma de la innovación y un aspecto inseparable de su profundización, tal como lo podemos ver en los casos de Karün o Wheel the World.

Estas marcas chilenas no solo destacan por su posición en rankings globales de innovación, de la mano de sus novedosas propuestas de valor, sino también por la profundidad y robustez de sus propósitos, su enorme impacto social y medioambiental, de la mano de un sostenido crecimiento en Chile y el mundo.

Estamos ante marcas que propician una cultura que da sentido a lo nuevo desde un objetivo común y socialmente responsable, haciéndose cargo del complejo escenario local y global, y vinculando su razón de existir y su innovación a una visión sostenible de futuro.

De este modo, la innovación impulsada por el propósito se nos presenta, no solo como un espacio lleno de oportunidades para diferenciarse y competir, sino sobre todo como un verdadero camino –quizás el único– para prosperar en un contexto que exige al mundo empresarial completo nuevas formas de desarrollo, más éticas responsables, sostenibles y, sin duda, con mucho más sentido y significado para el entorno y las personas.