Roberto Picon: El giro hacia el espíritu startup

Las startups contamos generalmente con un propósito desde nuestro origen. Buscar tener un impacto social o mejorar algún aspecto de la vida de las personas suele ser la razón de por qué nace un emprendimiento. Sin embargo, aunque esta ha sido una realidad siempre presente entre los innovadores, este fenómeno se ha reforzado más aún como producto de la pandemia.

Hoy las personas esperan que las marcas vayan mucho más allá de vender productos y servicios. Tienen altas expectativas respecto de que las empresas sean activas en la resolución de los principales problemas de la sociedad.

Por eso las grandes organizaciones –comúnmente llamadas “tradicionales”– se están subiendo con rapidez al carro del propósito. En el fondo, están adoptando el espíritu de las startups. Como parte de esta nueva ola de propósito entre todos los actores del mundo de los negocios, las empresas tradicionales están impulsando dos elementos clave, también bases del espíritu de las startups.

Primero, la sustentabilidad. Producto de la pandemia, las personas son hoy mucho más conscientes al momento de consumir y buscan adquirir productos y servicios que les ayude a tener un impacto positivo en la sociedad y las comunidades en las que viven.

Es así cómo estamos viendo cada vez más que las empresas tradicionales comunican con más fuerza las contribuciones que hacen a la sociedad o acciones que impulsan para proteger el medioambiente.

En segundo lugar, está la innovación. La base de toda startup es su tecnología y las empresas tradicionales, como respuesta directa a la crisis sanitaria, aceleraron sus planes de transformación digital.

Esto, sobre todo porque las personas optan cada vez más por canales digitales y por una experiencia híbrida que una lo mejor de lo digital con lo presencial. Así también, las grandes empresas están comprendiendo que la innovación es parte esencial del crecimiento.

Que los negocios tradicionales se estén acercando cada vez más al espíritu startup es una gran noticia, ya que demuestra que la pandemia se ha convertido realmente en una oportunidad para crear una sociedad más equitativa.

Es de esperar que este 2022 se convierta el año en que esta tendencia hacia el propósito se consolide aún más como una realidad en el mundo de los negocios.