Emerson Navarrete: “La agencia estaba justo entre mi living y el comedor”

A sus 42 años, Emerson Navarrete recuerda que lo primero en que pensó cuando entró a una agencia de publicidad fue “quiero romperla” y hoy, más de dos décadas después, dice que sigue sintiendo lo mismo.

Tras sus inicios en Tools Publicidad y su paso por BBDO y Prolam Y&R, donde formó parte de equipos que ganaron todo lo que podían ganar, en la actualidad está al frente de su propia agencia, Blanca.

Pese a haber arrancado este emprendimiento poco antes del estallido social de octubre de 2019, ha alcanzado notoriedad en muy poco tiempo. Al punto que, como líder creativo, fue nominado y luego elegido Mktg Best. Es decir, el director creativo del momento, reconocido como tal por sus pares en la industria.

¿Cómo recuerdas ese proceso inicial de Blanca?

Nunca pensé que el nombre de la agencia iba a repercutir en mi cabeza, donde quedan pocos espacios para un par de pelos negros. Lo recuerdo muy estresante, con mucha incertidumbre; empezamos haciendo proyectos pequeños con TVN, que tenía como clientes en Prolam. Nuestro primer proyecto fue el aniversario de Informe Especial, que trabajamos en mi departamento junto a Benjamín Jarry (redactor) y nos ganamos un Oro y un Bronce en Achap.

¿Qué tenías como base para armar el negocio?

La agencia estaba justo entre mi living y el comedor del departamento, y teníamos muchas ganas de que creciera. Trabajamos mucho para clientes tan pequeños como nosotros, hasta que un día nos llamaron de Falabella para una licitación de un proyecto en particular, íbamos con agencias grandes y la ganamos, estábamos felices, sentíamos que nos podíamos parar de igual a igual con cualquiera. La base para armar la agencia era mi curriculum y cuatro talentos.

¿Qué eventos fortalecieron tu convicción en un momento que suele haber muchas dudas?

Siempre me toca partir bailando con la fea y al fundar la agencia no pude escapar de eso. No tardó mucho en llegar el estallido social y, no solo eso, también una pandemia. Mi convicción, se hizo más fuerte que las dudas y seguí adelante. Podía fallarme a mí, pero había personas que trabajaban conmigo y a ellos no les podía fallar, si salíamos de esta, al menos la mística estaba asegurada. Todos aprendimos un montón, en lo personal tuve que aprender de finanzas, administración y todo lo que conlleva el funcionamiento de una empresa.

¿Qué puedes decir del equipo con que armaste la agencia?

Me siento afortunado de haberme cruzado en el camino de ellos y que juntos compartamos el amor por lo que hacemos, eso me hace enormemente feliz. Son talentosísimos y todos los días aprendo más de ellos. Benjamín Jarry es parte muy importante de lo que somos; fue el primero en creer en lo que quería hacer y estuvo ahí cuando la cosa se veía más negra que blanca.

¿De qué manera comparten tu visión creativa y la complementan?

Como equipo, compartimos la misma forma de abordar la comunicación, internamente cada idea se escucha y se respeta. Trabajamos a diario en esa búsqueda permanente de tener algo fresco; me gusta que siempre nos sintamos incómodos, pienso que la comodidad en este trabajo te duerme. Me gusta tener muchas miradas de cómo abordar un brief. Nuestro nombre es una invitación y una responsabilidad constante de poner, en esa hoja blanca, una idea. Me gusta que todos sean responsables de nuestra agencia, que sientan que les pertenece. Esa horizontalidad también es con el cliente, tener una relación de amistad agencia-cliente como uno solo lo considero la base de un buen trabajo.

¿Cómo resumirías la propuesta de Blanca, considerando los tiempos que corren?

Nuestra propuesta es simple, la rueda no la voy a inventar yo. Nos gusta trabajar con marcas con propósitos claros, en que es más fácil construir y tener una propuesta de valor. La publicidad no puede ser forma sin fondo, eso no aporta a una marca, por eso considero que las verdades tienen que ser para nosotros la base que nos lleva a abordar nuestra propuesta, es nuestro motor creativo. Y aunque todo cambie de manera acelerada las tecnologías están ahí, para adoptarlas y seguir adelante.