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Yerko Halat: El marketing autómata, el futuro

Yerko Halat: El marketing autómata, el futuro

Gerente general de Mind se refiere al uso de herramientas de inteligencia artificial en marketing, con ejemplos y consejos.

Imaginen que es invierno en Nueva York. Un concesionario Harley-Davidson está vendiendo una o dos motos por semana. Sí, UNA o DOS. Como para quedarse congelado… de miedo. Su dueño, Asaf Jacobi, decide que así no puede seguir.

Sale a caminar (porque ideas revolucionarias rara vez nacen en Excel) y se cruza con el CEO de una empresa de IA. De esas casualidades que en las películas suenan a guión barato, pero que aquí cambió el negocio.

Le presentan a Albert.ai, una plataforma de inteligencia artificial que no solo “calcula” ni “predice”, sino que toma el volante de las campañas. Es un marketing autómata: crea, prueba, ajusta y ejecuta en tiempo real, en múltiples canales digitales. ¿El resultado de la prueba piloto? 15 motos vendidas en un fin de semana. Más del doble de su récord histórico en verano. Y no paró ahí.

En tres meses, Jacobi pasó de recibir u lead cualificado por día a 40. Sí, cuarenta. De pronto tuvo que abrir un call center nuevo con seis empleados. Los leads crecieron un 2.930%. Y lo más interesante no fue solo el volumen, sino la calidad: Albert.ai descubrió que su mercado potencial era mucho más grande de lo que el dueño creía.

Él pensaba que solo el 2% de los neoyorquinos eran clientes potenciales. El algoritmo le demostró que había muchos más, y mejor aún, encontró a los que se parecían a sus mejores clientes (los llamados lookalikes) en variables que no eran fáciles desde una primera lectura, sin que un humano tuviera que perder el sueño haciéndolo.

Ahora, pongamos esto en contexto. Los marketeros, durante décadas, hemos trabajado con personas y segmentaciones basadas en datos históricos y mucho, pero mucho, “olfato”. Le dabas a un analista un CRM y horas de café para que encontrara patrones.

"Implementar IA en marketing no es darle las llaves del reino a un black box sin supervisión. Es incremental: empieza con experimentos pequeños, mide impacto, entiende los insights."

Albert.ai lo hace en tiempo real, en múltiples canales y con una capacidad de testing que ningún equipo humano puede igualar.

Por ejemplo, descubrió que los anuncios con la palabra “Call” (“¡Llama ahora!”) convertían un 447% mejor que aquellos con “Buy” (“Compra ahora”). ¿Resultado? El autómata cambió el copy en todos los anuncios al instante, mientras el equipo humano apenas había terminado su reunión de status.

¿Estamos frente al fin del marketing humano? No. Pero sí frente a un cambio profundo: el marketing autómata no reemplaza al marketero, lo libera de la trinchera para que aporte donde sí importa: estrategia, creatividad, y entendimiento del cliente. La IA no te dice el “por qué” de todo, pero sí te muestra el “qué está pasando realmente” en cada micro-comportamiento del cliente. Y eso es oro.

Ahora, un consejo de supervivencia profesional: si te vas a subir a este tren, hazlo con cabeza. Implementar IA en marketing no es darle las llaves del reino a un black box sin supervisión. Es incremental: empieza con experimentos pequeños, mide impacto, entiende los insights.

Sobre todo, aprovecha lo que estas herramientas sí pueden darte y que tú no puedes: visibilidad sobre comportamientos complejos y ocultos en el funnel. No es magia, es matemática con esteroides.

La IA como Albert no es tu reemplazo. Es tu lupa. Te muestra las verdaderas intenciones del cliente en cada clic, cada visita, cada abandono y cada conversión. Así que sí: el marketing ya no es 100% humano. Y eso, si me preguntan, es la mejor noticia que hemos tenido en mucho tiempo.

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