El fenómeno de Scrub Daddy llega al mercado chileno

Indra Ribalta, jefa de marketing en la distribuidora Caso y Cia., explica la estrategia en Chile para la esponja feliz que se hizo célebre en la televisión de EE.UU.
Ideas de negocio que se convierten en ofertas con gran aceptación en el público. Es el pilar del contenido de Shark Tank, un programa televisivo de Estados Unidos, que reúne a pesos pesados de diferentes industrias.
En tiempos de pandemia, hace cinco años, uno de sus casos más exitosos fue Scrub Daddy, una esponja para limpiar, reconocible por su forma circular y su diseño de cara sonriente. Su creador, Aaron Krause, transformó de pronto un concepto simple, que trabajó durante años, en una idea multimillonaria gracias a Shark Tank.
El éxito en este pitch para ideas de negocio generó luego una viralización en redes sociales que permitieron que, finalmente, esta empresa finalmente despegara. Y hoy Scrub Daddy ya está en Chile.
Explica Indra Ribalta, jefa de marketing en Caso y Cia., empresa chilena a cargo de su distribución, que la idea de ellos es aprovechar esa viralización, que finalmente fue global. “Si bien la que se viralizó fue la esponja original de la marca, Scrub Daddy ha crecido mucho en cinco años y ha ido especializando su esponja para distintas cosas”, señala.
Crecer en los canales
El producto forma parte del portafolio de aseo, rubro que representa alrededor del 15% de la oferta de Caso y Cia, algo no menor, considerando que además distribuye las marcas del grupo Carozzi. Y la empresa ya tiene en el mercado chileno varias versiones de la esponja.
“Tenemos una esponja que atrapa polvo, otra que es un borrador mágico, una que es tipo virutilla. Entonces, el tema es entregar valor agregado en una categoría súper plana con esta materialidad, que está registrada, y una tecnología específica”, refiere Indra.
La tarea principal por el momento es crecer en los canales de venta con esta marca. Cuenta la ejecutiva que este año Scrub Daddy entró al Lider y desde hace casi tres está con Cencosud en Jumbo, con todas sus variedades.
“La idea es romper la linealidad que lleva la categoría con algo de mejor calidad, más sustentable y también ir dando soluciones para cada tipo de problema. Porque en la casa se suele ocupar la misma esponja para todo. Es mucho mejor si se tiene una esponja para cada propósito”, comenta Ribalta.
Indra Ribalta, jefa de marketing en Caso y Cia.
Espacio de crecimiento
La estrategia consiste, según ella, en inducir la prueba. La marca llama la atención per se, porque es distinta en forma, color y materialidad, algo que en su opinión avala todo lo atractivo que puede sonar una marca. Las esponjas clásicas no duran más de una semana y por eso tienen un precio bajo.
“Esta es una esponja más sustentable porque dura hasta ocho semanas, no genera gérmenes, no retiene malos olores, es mucho más higiénica”, describe Indra Ribalta.
Le preguntamos si el caso está a medio camino entre redefinir la categoría y crear una categoría aparte. “Las otras esponjas no van a morir, pero sí creemos que tenemos un espacio de crecimiento gigante por lo mismo, porque ayuda a disminuir el uso de lavalosas, es más inteligente, baja el consumo de agua”, explica.
Para Indra, lo primero es tener el producto disponible. Al entrar, lo hicieron con una versión de menor grosor y precio más accesible, justamente para invitar a la prueba y luego a versiones más premium. Mientras tanto, la tarea es llegar a más puntos y, al mismo tiempo, viralizar.
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