Florencia Trotta: “Programas de loyalty se transformaron en marketplace”

Directora de comunicaciones de Aper explica el paso de bancos y otras empresas, transformando a sus clientelas en un prometedor mercado para el ecommerce.
Desde la necesidad de fidelizar a sus clientes, algunos bancos se han propuesto acercarles lo que desean y requieren. En ese camino, a través de poder ofrecerles el financiamiento necesario, fueron creando plataformas como los marketplaces.
Ese es el trayecto que ha recorrido en más de 25 años la empresa argentina Aper, que comenzó haciendo páginas web, como muchas empresas de Internet. De pronto, las empresas de ese país empezaron a buscar a Aper para otro tipo de desarrollo.
El desarrollo siguiente fue la producción de programas de loyalty, que permiten sumar puntos por hacer transacciones, llevar las fichas de las personas que se suscriben o compran, lo que tuvo una evolución natural en los marketplace.
“Programas de loyalty se transformaron en marketplace”, resume Florencia Trotta, directora de comunicaciones de Aper, quien estuvo de paso en Chile para la realización del evento E-Commerce Day. Y agrega que, con un foco muy particular en la industria financiera, Aper empezó a hacer marketplace financiero, uniendo a todas las partes.
Marketplace para bancos
Lo que hace Aper en la actualidad son marketplace para los bancos y programas de loyalty para otras empresas, como canales de televisión, petroleras, cines y otras. En Chile, tiene entre sus clientes al Banco Bice, que según Florencia fue uno de los primeros bancos que empezó a conectar con los marketplaces en la región.
Explica la ejecutiva que hoy no es tan común, habiendo tantas ofertas financieras, que los clientes busquen una tarjeta de crédito en particular. Pero sí van por un televisor, una heladera, algo que necesitan o que quieran.
“Si el banco, con financiación o promociones diferentes, se lo puede otorgar, ahí hay un beneficio. Si bien, una cosa es inscribirse en un banco y otra es poder comprar, el banco tiene todas las herramientas para saber qué ofrecerle a cada uno”, comenta.
No a todos se puede ofrecer un producto de alta gama. Pero sí, un producto retail de gama media, que comprado online con apoyo financiero puede solucionar a alguien un problema. “Ahí se está diferenciando la oportunidad del banco”, dice Florencia Trotta.
Todo se puede conseguir online
Actualmente, Aper está desarrollando marketplace financieros para vender autos, nuevos y usados. Sea con financiamiento directo, con un crédito leasing, con un préstamo prendario. El cliente puede comprar el auto a plazo, entregando su auto usado o adquiriendo uno nuevo.
En la plataforma, desarrollada por la empresa para un banco, se pueden ver los autos, las características de estos, se les puede comparar con otros. Es decir, todo con herramientas de comercio electrónico, pero personalizado según las necesidades de cada público, y también de cada empresa.
“La estructura ya está hecha. Simplemente, hay que unir la necesidad con la oportunidad. Esto es, la necesidad de las personas con toda la oferta que hay en el mercado”, explica Florencia.
Y comenta que, a partir de la pandemia, la gente se acostumbró a comprar por Internet y ya compra otras cosas, incluso hace el supermercado. “Todo eso prolifera y es cada vez más grande. Al punto tal de elegir casas, autos, educación. Todo se puede conseguir online”, afirma.
Por las redes hasta el móvil
Destaca la importancia que tiene para Aper trabajar como socios de sus clientes. “Buscamos esa necesidad de conectar con los clientes, de tener más mercado y más captación. Y trabajamos nosotros como si fuéramos el banco, nosotros como si fuéramos la empresa”, advierte la ejecutiva, quien, en el evento de ecommerce de Santiago, moderó las charlas sobre innovación y tendencias.
Señala haber notado, por otra parte, que, cada vez más, el consumo y la adquisición de productos online, está migrando a un volumen mayor por el lado de las redes sociales, a través del teléfono móvil.
“Analizamos siempre un estudio, que nos comparte Google, sobre el uso del teléfono celular en las redes sociales en distintos países. En Latinoamérica el promedio es de tres horas y media, mirando redes sociales, compartiendo videos”, explica.
Todo el comercio pasa por ahí, es infinito, y tiene mucho que ver con no solo con entretenimiento. “Hay comercio, hay consumo, hay acciones. Hay necesidades que cubrir”, dice Florencia Trotta, pensando en lo que se viene.
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