Ricardo Ortiz, CEO de Mayo: El balance entre el día a día y la magia Destacado
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Ha sido su obsesión desde que está al frente de Mayo Group Perú y espera lograrlo también en la agencia que acaban de comprar en Chile.
No fue esta la primera vez que Mayo Group de Perú pensó en llegar a Chile, algo que sí acaba de producirse ahora con la compra de Mayo Group Chile. Ya en 2019, cuando Ricardo Ortiz y su socia, Lorena Oxenford, compraron la operación en Lima, los dueños les habían ofrecido ambas agencias al mismo tiempo.
Pero, según Ricardo, las cosas no estaban dadas para eso. Asumir en Perú era algo que formaba parte de un proceso natural tras haber ido asumiendo paulatinamente más responsabilidades desde que él se hiciera vicepresidente de operaciones en 2016. Pero prefería avanzar con calma.
Comprar allá era en sí mismo un riesgo que ambos decidieron asumir, sin saber que a la vuelta de la esquina venía la pandemia. “Pero fue la prueba de fuego, que pasamos bien, ajustamos muchas cosas y estabilizamos la agencia, logrando diversificar el riesgo. Llegamos al punto de equilibrio en 2020, con pandemia y todo, y los años que vinieron crecimos”, recuerda el publicista, que se inició en el negocio como diseñador y hoy, con la incorporación de Chile, es CEO regional de Mayo.
Un tamaño cómodo
El caso es que esta vez algo estaba haciendo bien la nueva administración de Mayo en Lima y había llegado, el equipo a cargo, a una fórmula que le daba buenos resultados. Y pensaron que podía aplicarla en Chile, razón por la cual esta vez sí aceptaron comprar la operación de la agencia en Santiago.
“Tenemos múltiples puertas que pueden abrirse para diferentes tipos de clientes. Una cuenta entra por BTL y con el tiempo puede pasar a ser también un cliente digital, como fue el caso de Huawei. Hay clientes grandes, que compran muchos estudios, y otros pequeños, a los que le podemos hacer un estudio cualitativo”, explica Ricardo Ortiz.
Resume él la situación diciendo que, en su opinión, Mayo es la más grande de las agencias chicas y a la vez la más chica de las grandes. “Tenemos un tamaño cómodo que nos permite crecer o compactarnos según la situación”, señala, explicando el devenir de la agencia en los últimos años, desde que él y Lorena toman el control hasta que se produce la posibilidad de entrar a Chile.
Ricardo junto a su socia Lorena Oxenford
Lima y Santiago
Ahora bien. A la hora de pensar en cómo aplicar en Chile la fórmula que Mayo Group logró en Perú, Ricardo piensa que no hay otra forma de que eso prospere que viendo las dos operaciones como una sola.
Por un lado están los clientes, que pueden ser diferentes en Chile y en Perú, y los equipos, que pueden estar separados. Pero hay también clientes en ambos países, que pueden tener su equipo en las dos partes, algo que se ha dado por necesidad. “Desde Chile, vemos dos cuentas que tienen operaciones más pequeñas en Perú, Colombia y México”, ejemplifica.
Con un equipo de 20 personas en Chile y de 50 en Lima, se puede decir que su tamaño corresponde al de una agencia mediana, que al menos en Perú tiene un nombre y una reputación. Con cuentas grandes, por un lado, y premios importantes, como un Gran Effie, en la reciente edición 2023 del certamen de efectividad en Perú.
Como CEO regional y de vicepresidenta regional, Ricardo y Lorena estarán alternando entre Lima y Santiago, cubriendo toda la operación y formando el liderazgo en Chile hasta que asuma un country manager.
En la edición 2023, Mayo obtuvo el Gran Effie en Perú
Pensar haciendo
¿Y en qué consiste hoy la oferta de valor de Mayo? Ricardo Ortiz dice que, para él, es pensar haciendo (think do it), con un balance en que la contingencia diaria es tan importante como la magia que se le puede poner a la comunicación.
“Ha tomado mucho tiempo madurarlo, pero creo que lo hemos logrado. Para hacer necesitamos saber los procesos y para pensar necesitamos saber los ideales como marca. Tenemos que estar preparados para resolver el día a día y hacerlo de manera brillante, con un delivery oportuno”, dice Ortiz.
Cuenta que, siendo vicepresidente de operaciones, se volvió un obsesionado por el balance entre el día a día y la magia. Porque, si bien algunos clientes entraban entusiasmados por la creatividad, no lograban resolver sus dolores cotidianos.
“Estamos en ese camino de encontrar ese balance”, afirma Ricardo, con la idea de que la tecnología de IA pueda tener la respuesta, resolviendo más rápido el día a día para que los talentos puedan dedicarse a generar más valor para los clientes.
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